Quizá alguna vez, al ir a comprar té o ante una invitación, te hayan preguntado: “¿té con teína o sin teína?”. Si bien es cierto que se comercializan tés descafeinados, esa pregunta suele encerrar la dicotomía entre té y rooibos. Sin embargo, equipararlos como una misma clase es un error. Entonces, ¿qué es el rooibos?
¿Qué es el rooibos?
Antes de nada, hay que aclarar un aspecto conceptual y terminológico: el rooibos no es té, es decir, no procede de ninguna de las variantes de la Camellia sinensis. No obstante, en muchas regiones hispanohablantes el término «té» se aplica a cualquier infusión. También en inglés recibe el nombre de rooibos tea, incluso a veces red tea. La denominación de «té rojo» se emplea asimismo en español. Esto, posiblemente, se deba al color rojizo que resulta de su infusionado y al significado que tiene «rooibos» en Afrikáans: arbusto rojo.
En definitiva, el rooibos es una tisana procedente del Aspalathus linearis, un arbusto de origen sudafricano. Se localiza, principalmente, en la Provincia Occidental del Cabo, en concreto, en las montañas de Cederberg. Para su cultivo, requiere altitudes entre los 450 y 900 msnm, además de precipitaciones entre 380 y 635mm y suelos áridos, con buen drenaje y un pH de 4,5 a 5,5 (Morton, 1983: 165).

Arbusto de Aspalathus linearis, rooibos[1]
El rooibos antes del siglo XX
Es frecuente encontrar referencias que sitúan la primera alusión al rooibos en la obra de Carl Peter Thunberg, Travels in Europe, Africa, and Asia, made between the years 1770 and 1779. En este texto, el botánico sueco registra sus viaje a la Colonia del Cabo (la actual Provincia del Cabo Occidental) durante 1772. Sin embargo, Thunberg (1795: xi y 123) apuntó el empleo de la Borbonia cordata (en la actualidad, Aspalathus cordata) para «preparar té», pero no menciona la Aspalathus linearis.
Es cierto que, tradicionalmente, a la Aspalathus linearis y a la Aspalathus cordata les han asociado propiedades medicinales (Siyanda Samahlubi Consulting, 2014: 12). Además, ambas pertenecen a la familia Fabaceae. Ahora bien, la Aspalathus linearis y la Aspalathus cordata no son la misma planta. En otras palabras: el rooibos, en cuanto que tisana, no se produce con la Aspalathus cordata. Por consiguiente, la reiterada mención a Thunberg en este sentido es errónea.
Sea como fuere, la información acerca del rooibos antes el siglo XX es imprecisa y confusa, aunque cabe suponer que ya se infusionaba en las comunidades oriundas de Clanwilliam.
El rooibos a principios del siglo XX
A finales del siglo XIX, el elevado precio del té negro animó a los colonos de la región a buscar alternativas de consumo. Así, en 1904, Benjamin Ginsberg reparó en el rooibos. Al principio, lo adquiría de los pueblos autóctonos y lo vendía entre los colonos, pero poco después fundó la B. Ginsberg (Pty) Ltd. e inició su propia producción de rooibos como «té de montaña» (Siyanda Samahlubi Consulting, 2014: 32).

Ejemplo de plantación de rooibos localizada cerca de Clanwilliam, en Sudáfrica[2]
En vista de las potenciales ganancias, comenzaron a aparecer otras plantaciones y la venta del rooibos se incrementó.
La consolidación del rooibos en el siglo XX
En la década siguiendo, el impacto de la Segunda Guerra Mundial obstruyó el mercado del té. Los grandes importadores de té, como Reino Unido, se alarmaron ante una probable desabastecimiento[3]. Los conflictos en la India, en China –sumida, además, en una guerra civil– y en todo el sudeste asiático, así como la postura beligerante de Japón, desplomaron el comercio exterior de té.
En estas circunstancias, de nuevo, el rooibos apareció como una alternativa adecuada. En consecuencia, las exportaciones de rooibos se dispararon.
La bonanza trajo consigo el agotamiento de las semillas de mejor calidad. Esto provocó que, una vez finalizada la guerra, hubiera que recurrir a producciones peores y al estancamiento del mercado (Morton, 1983: 168). Con el fin de que esta vicisitud no se repitiera, el ministerio de Agricultura decidió regular el comercio, los precios y las calidades del rooibos (Siyanda Samahlubi Consulting, 2014: 33).
En los años posteriores, sobre todo desde mediados de los años 50, la industria del rooibos se consolidó a nivel global[4]. Su consumo se extendió por Europa y llegó a Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, etc. y se convirtió en sinónimo de hábito saludable. En nuestro post “¿Para qué sirve el té rooibos?”puedes leer sobre sus beneficios.
Pese a que la historia (escrita) del roobios comprende apenas un siglo, su presente goza de gran vitalidad. En la última década se ha producido una media de 12500 toneladas anuales, según el South African Rooibos Council (2017: 8). A día de hoy es una excelente alternativa al té, al café y a las bebidas isotónicas.
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Notas
[1] Fotografía de Amrum bajo licencia Creative Commons. Extraída de la Wikipedia.
[2] Fotografía de Malcolm Manners bajo licencia Creative Commons. Extraída de su galería South Africa July-August 2018.
[3] De hecho, en 1942 el gobierno de Churchill tomo la iniciativa de comprar todo el té disponible en Europa e inició una programa de racionamiento para que sus soldados tuvieran acceso al té allá donde estuvieran.
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Referencias bibliográficas
Joubert, Elizabeth y Beer Dalene. de (2011): «Rooibos (Aspalathus linearis) beyond the farm gate: From herbal tea to potential phytopharmaceutical». South African Journal of Botany, 77(4), pp. 869-886.
Morton, Julia F. (1983): «Rooibos Tea, Aspalathus linearis, a Caffeineless, Low-Tannin Beverage». Economic Botanic, 37(2), pp. 164–173.
Siyanda Samahlubi Consulting (2014): Traditional Knowledge Associated with Rooibos and honeybush Species in South Africa. Environmental Affairs, Republic of South Africa.
Thunberg, Charles P. (1795): Travels in Europe, Africa, and Asia, made between the years 1770 and 1779, vol. I, 2ª ed. London: F. and C. Rivington.